¿Cómo son las trayectorias de activistas juveniles? ¿Qué aprenden en ese recorrido? ¿Qué personajes y espacios son los más significativos? ¿Cuáles son los motores de la acción colectiva y de las búsquedas personales?
Compartimos parte de las narrativas producidas con jóvenes activistas que viven en Chile y que participaron en este proyecto. Para conocer más de cada joven haz click en su nombre:
José Gabriel
«…Ahí se inició otro periodo de mi participación o activismo político, asociado a la militancia social y a la demanda territorial. Esta militancia se fue consolidando en el contacto con dirigentes, hombres y mujeres, que fui conociendo en la movilización y que me inspiraron a acompañarlos y ser parte de ese movimiento, defendiendo lo propio».
Magalí
«…En esa época se inició todo, con el movimiento estudiantil secundario. Sentía una necesidad de formarme, de acercarme al conocimiento, eso era un primer aspecto. Pero también sabíamos que teníamos que avanzar hacia la organización, con un estándar ético que fuera coherente con lo que estábamos aprendiendo».
Keyuk
«…No sólo soy, sino que somos indígenas. El ser indígena, asumirse indígena es también un discurso político. Entonces de muy niño, con catorce años, empecé a asistir a encuentros de jóvenes»
Romina
«…Mi historia de compromiso militante comienza antes de que yo naciera, con la historia de lucha de mi familia materna, particularmente, la de mi tío y mi abuela. Esta es una parte importantísima de mi propia historia y de la persona en la que me he convertido».
Antonia
«…Entre tanto hacer actividades, acciones, puntos de prensa, me vi con la capacidad de articular organizaciones al nivel de poder trabajar con alrededor de 40 o 50 colectivos o agrupaciones ligadas a la defensa de DDHH, de reparación, no repetición y verdad».
A .
«…Ese malestar (por la educación universitaria patriarcal) tal vez hizo que nuestra activación fuera tan preocupada por la autoformación y la exploración de formas distintas de aprendizaje».
«…Como un estudiante clasista, porque así es como me defino, creo que necesito generar espacios de participación que no sean a través de los partidos grandes, tradicionales, porque voy a tener constantemente contradicciones con ellos, no sirve, entonces tengo que construir mi espacio como tal».
«…En el contexto de la emergencia sanitaria por el COVID-19, su participación se volcó en ayuda a las personas más afectadas económicamente por la pandemia, movilizando recursos como una forma de reaccionar ante la pasividad del gobierno en uno de los momentos más críticos de la crisis social, política y económica que atravesaba el país».
«…Un día de invierno los cabros de cuarto medio estaban en la puerta del colegio invitando a una convocatoria en Plaza Dignidad. Nos decían: “cabros, súmense, hay marcha estudiantil, ¿quién quiere ir?” y ahí yo sin saber mucho del tema les dije: “ya, vamos, que tanto”, y claro, no sabía todo lo que me esperaba».
«Acabo de despedirme de Mollfvnray, mi nieta mayor. Se fue de la casa a no sé qué actividad política. Esta niñita es igual a su mamá, la Yeka, que trabaja con gente y organizaciones mapuche y anda peleando por los indígenas. Se van y yo me quedo con el alma en un hilo pensando en que les puede pasar algo».
«Muchas voluntades están involucrándose en pos de la protección del medioambiente, y la principal limitante es que a veces el paradigma imperante del adultocentrismo, que subestima las motivaciones de las juventudes e infancias, no hace reales esfuerzos por integrar estas visiones o para generar mecanismos de participación intergeneracionales».
«Gracias al Colectivo de Antropología Popular al que pertenezco actualmente puedo poner en práctica todo aquello que aprendí y aprender constantemente de mis pares, a sentir que tengo amigos con los que comparto una lucha…»
«…Kvyen habla de su familia, de su madre, de su abuela, que le enseñaron la importancia de su cultura, a pedir permiso antes de sacar una flor del suelo, antes de meterse al bosque, a no molestar al mar o sino el mar se lo iba a tragar, el respeto por la naturaleza».
«…Elegí luchar cada día para que en la educación exista una perspectiva de género dentro de estas áreas del conocimiento, y que de esta manera, más mujeres, niñas, adolescentes y disidencias puedan tener acceso a una educación de calidad, a más referentes y a un espacio seguro dentro de sus aulas».
«…Muchas veces me pregunté ¿Cómo vivirías si no tuvieras miedo? ¿Elegirías los mismos lugares, vínculos, momentos? ¿Elegirías las mismas compañías, experiencias, sensaciones? ¿Sentirías como sientes? ¿Quién serías si no tuvieras miedo? El día de hoy lamento haber tenido tanto miedo, a dar mi opinión, a levantar la mano en clases para dar la respuesta que el profesor estaba buscando incluso si desconfiaba que fuese la respuesta correcta».
«…Para mí es muy importante interpelar a la sociedad neoliberal y patriarcal en la que vivimos, que entiende a las personas como sujetos despolitizados, movilizados sólo por el consumo, y con roles de género opresivos para las mujeres».
«…Más allá de la nacionalidad, mi pertenencia está en el territorio, su comunidad y su historia. Me reconozco como parte de la diáspora africana y específicamente, como afro-descendiente. Para mí la negritud no tiene que ver con el color de la piel, sino, con una identidad».
«…Con mis amigues y compañeres de organizaciones hemos aprendido a trabajar en equipo, entendiendo que podemos lograr todo lo que nos proponemos investigando, planificando, coordinando, colaborando, articulándonos con otros actores del territorio, evaluando y comunicando. Ha sido un proceso que ha implicado reconocer y potenciar nuestros talentos, confiar en el otre y en la relevancia de nuestro trabajo comunitario».
«…En Coquimbo aprendí el valor del sentido de pertenencia que tienen las personas con su territorio, obviamente porque es más chico. En cambio, en Santiago da la impresión que la gente quiere acaparar todo, todo Chile. Un activista de Santiago, piensa que automáticamente es un activista de Chile. Pero no es así. Y me pasó con muchas personas que conocí y que responden al modelo de centralización que todavía existe en Chile, que no conocen lo que ocurre en otros territorios o regiones».
*Los nombres de algunxs activistas fueron cambiados por temas de privacidad y seguridad. En algunos casos, les participantes decidieron mantener su nombre propio. Los fragmentos de las historias narradas, fueron brevemente editadas para acortar su extensión y hacer la lectura más amigable, conservando el sentido de las diferentes narrativas.